domingo, 8 de marzo de 2015

Conexión entre Ilustración y Grecia clásica




Para comenzar, decimos las características semejantes del ámbito filosófico de ambas épocas: la búsqueda de la razón, es decir, la sociedad, en especial, los filósofos que se encuentran en ella y que en gran parte la critican buscando sus buenas y malas virtudes o cualidades, buscan explicaciones razonables acerca de cualquier cosa acontecida en su época, alejándose lo máximo posible de la religión o como se le denominaría en la Antigua Grecia, religión mitológica. Uno de los principales conceptos puesto en práctica desde Platón (Antigua Grecia) hasta el siglo XVIII (Ilustración), es la dialéctica, método de enseñanza que consistía en guiar al ciudadano o al individuo hacia una verdad absoluta y razonable. Debemos decir también que el siglo XVIII es conocido como el "Siglo de las Luces", pues, el objetivo en este siglo era disipar la niebla o acabar con la oscuridad mediante la luz que simboliza la razón, ésto tiene especial relación con el mito de la caverna de Platón en el que éste hace mención de dos mundos distintos, uno iluminado y racionalizado (mundo de las ideas) y otro desiluminado (mundo de los sentidos). La educación se impartía en espacios cerrados, pero en ámbas épocas estos espacios tenía un nombre distinto: academias (Antigüedad) y universidades (Ilustración). Por último, el lenguaje, tanto en una época como en la otra, el alfabeto era fonético y el habla vernácula, es decir, cada país o territorio empezó a tener su propia lengua.

Introduciéndonos en el ámbito político de ambas épocas, de ideología racional, decimos que era un sistema monárquico, puesto que el gobernante era un rey que accedía al trono y al poder mediante la sangre, es decir, por descendencia. El poder era transmitido a las futuras generaciones. Éste ostentaba los tres poderes: ejecutivo, legislativo, judicial. Además se pensaba que éstos estaban divinizados y que sus poderes provenían de Dios, quién colocaba al individuo que le tocaba reinar en el trono. En las ciudades tenía lugar el progreso. El pueblo jugaba un papel importante en la sociedad y las clases altas que dirigían el gobierno (oligarquía) necesitaban la ayuda de éstos. Ésto mismo dio lugar a la unificación de las ciudades durante las Guerras Médicas, creándose así, un país o Nación. El concepto Nación se emplearía de ahora en adelante, y además las demás unificaciones de territorios se darían posteriormente e incluso en el siglo XVIII, por ejemplo la unificación de territorios coloniales españoles formándose así un imperio. La soberanía empezaría residir en el pueblo, es decir, en la Nación. En el siglo XVIII se daría después de la Revolución Francesa. También se impulsó la democracia: en la Antigüedad, durante las Guerras Médicas, y en el siglo XVIII, tras la Revolución antes nombrada.

Respecto al ámbito económico territorial, Grecia instauraba el comercio en islas, formando así colonias con las que comercializaba, por lo que la economía se incrementaba gracias al comercio, practicado por comerciantes. Tanto en la Grecia antigua como en el siglo XVIII, el comercio abría las puertas a nuevas ideas exteriores y dicho antes a la extensión territorial.

Ahora si, ésto mismo está relacionado con el ámbito social, pues, los comerciantes entraban dentro de la clase adinerada, aunque no lo eran tanto en la Antigüedad, pero si en la Ilustración, entonces llamados burgueses o propiamente igual que antaño dicho. La extensión de las ideas era por vía oral y en menor medida por vía escrita, debido al nivel de analfabetismo igual que en el siglo XVIII. Un último aspecto social es que la sociedad era estamental: rey, eclesiástico/sacerdote, nobles y estado llano/esclavos.